Extracto sobre la Conciencia y la Mente
Ahora bien, la conciencia es la vía divina para que la Palabra entre en el alma. No hay otro camino. Si fuera la mente, estaría desplazando a Dios, porque la mente juzga, y ese es el derecho de Dios. La Palabra de Dios, siendo la revelación en ti de lo que Él es, cuando te lleva a juzgar todo lo que es contrario a lo que revela, te hace moralmente como Él. Pero siempre que la Palabra te trae algo que no sabías antes, encuentra un elemento en ti que querría asumir el lugar de juzgar y se resiste. Ahora bien, ese algo, sea lo que sea, debe ser juzgado mediante la misma Palabra, llevándote a la comunión con Su juicio. Este es el trabajo de la conciencia. Entonces, y solo entonces, la Palabra se apodera de ti, en lugar de que tú te apoderes de la Palabra, porque revela todo lo que está en contra de Cristo en ti, como juzgado y puesto fuera en la Cruz, y todo lo que está a tu favor en Cristo, como expresado por las agonías que Él soportó. Y así es como la Palabra te controla a ti, y no tú a la Palabra. Por lo tanto, si este proceso es necesario para aprender la verdad, con mayor razón lo es para desaprender el error.
Del “Bautismo o Escritura sobre los Símbolos de la Muerte de Cristo”